De nuevo, el proyecto Erasmus SOS “Soul of Science”, que cerramos en octubre del año pasado, vuelve a llenar de satisfacción y orgullo a los que lo hemos trabajado en el IES Castillo de Luna y, en especial, a Juan G. Moreno Catena, el coordinador del proyecto en España y a mí: la Comisión Europea nos ha galardonado con el “European Innovative Teaching Award” en la edición del 2023.
Aún hay organismos, entes responsables, sean quienes sean, que entienden que la educación es para muchos de nosotros una fuerza invencible, casi un superpoder en tiempos de desidia y que nos tomamos casi cada día como un reto y no una rutina y nos lo agradecen y, para qué negarlo, eso está genial.
Fue un placer contar con tantos alumnos que trabajaron todo el grueso de este proyecto on-line, en clases sincrónicas, con mascarillas, en horario de tarde de modo voluntario y, además, con un sinfín de restricciones en tiempos de pandemia. Estos alumnos, que ya están en 1º y 2º de Bachillerato, no olvidarán ese tiempo difícil de aprendizaje, algo que le da más valor a lo conseguido. Nosotros no olvidaremos su compromiso con todo lo que se nos ocurría y programábamos siguiendo las directrices del proyecto.
Coordinado maravillosamente desde la escuela Miloje Čiplić en Serbia por nuestra amiga y colega Emma Lenkes, este proyecto nos permitió también obtener tanto la Etiqueta de Calidad e-Twinning Nacional, como la Europea por el Proyecto e-Twinning, incluido en este Erasmus durante todo el 2021. Hasta octubre de 2022, seguimos organizando todo este material producido por el proyecto antes de cerrarlo.
Fue un placer conocer a amigas maravillosas de Italia: Mimma Saglimbene y Eliza Mazza y volver a trabajar con nuestras colegas y amigas turcas: Deniz Özkoç y Sema Aktay, con las que ya desarrollamos un proyecto anterior. Fue un modo de constatar que muchos vemos la enseñanza como una profesión, una vocación, más que como un trabajo.
Nuestra coordinadora, Emma Lenkes, viajará a recoger el premio a Bruselas el próximo mes de noviembre. Yo veo ese premio como un símbolo, quizás un recordatorio de que al enseñar, es perentorio emplear incansablemente todo tu ingenio, tu experiencia y tu inquietud, y si consigues que el alumno aprenda, esto casi rozará la magia, y no hay muchas sensaciones mejores para un profesor.